Que difĂcil seria entender que la noche es dulce
QuizĂ¡s porque estĂ¡ llena de obscuridad y las nubes cubren las estrellas
Sin embargo, la noche es muy dulce, como la miel en un panal,
Y es brillante como las estrellas en el cielo.
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Que dulce es saber que la noche me regalo un resplandor
Un resplandor que saliĂ³ de tus ojos, y marcaron mi frente,
En la que tus manos marcaron mi pecho,
Y tus besos pusieron un sello en mis labios.
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Que dulce es entender que la noche me dio un suspiro
Un suspiro que saliĂ³ de mi alma, al sentir tu cuerpo junto al mĂo
Al besar tus manos, y pasarlas por mi rostro,
Al sentir tu pecho y el sonido de tu corazĂ³n por dentro.
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La dulzura de tus miradas y de tus sonrisas espontaneas
La dulzura de tu voz, y las palabras que formas con ella
La dulzura de tus manos y lo suave que se sienten al contacto con ellas
La dulzura de tus pies y lo seguro que caminan
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Acaso esta dulzura no se manifestĂ³ en una noche,
Acaso esta dulzura no llenĂ³ todo mi cuerpo
Acaso esta dulzura no me embriago por completo,
Entonces, nunca podre negar la dulzura de la noche.