De mi pluma tan remota, de mi garganta temblorosa,
llega el inquieto silencio de afonías y recuerdos.
Sé muy bien lo que presiento, tu existencia es como un sueño,
mi angustia un sin sentido, y tú sombra un desatino.
Cómo aullar en la noche mí pena si mi alma ha caído enferma,
y la oscuridad ya no transita ni el verso es mí compañía.
Absurdo preludio, efímero llanto.
Total Page Visits: 276 - Today Page Visits: 1