Ha llegado al fin el momento que tanto esperaba, de inmediato me hundiré en la profundidad de tu insomne mirada.
La tormenta pierde irremediablemente la partida si tengo la suerte de toparme con tu insomne mirada.
Tu insomne mirada no tiene cabida para la melancolía, solo están presentes la felicidad y la alegría.
Desde que nos encontramos de casualidad, la ternura de tu insomne mirada me atrapó en un dos por tres.
Esta mañana desperté, el sol en mi rostro se posaba, mas no imaginaba que cada uno de mis sueños resguardó tu insomne mirada.