Una sola frase y nada más
una frase que creó una ilusión,
una chispa que se volvió llama
y estalló como un volcán en erupción.
Una frase mágica
que día a día cobra más valor,
una frase en tres simples palabras
una idea que borró cualquier temor.
Fue la primera y última frase
que nos dijimos abrazados,
la primera y la última noche
que vivimos tan enamorados.
Una frase que marcó el rumbo
que activó la máquina de las fantasías,
desencadenó una avalancha de sentimientos
y despertó lo que cada alma sentía.
Una frase que representa la vida
y la promesa que nos hicimos,
un juramento puro y sagrado
de una relación como nunca vivimos.
Una frase llena de poder
de claridad y libertad,
una frase creada por ambos
simbolizando toda nuestra sinceridad.
Una frase que nació de tu alegría
y se grabó a fuego en mi corazón,
la tallamos en un diamante
hipnotizándonos con su brillante posesión.
Tres palabras en esa frase
que fue un éxtasis de felicidad,
una lluvia de locas pasiones
una ardiente fiebre de sensualidad.
Una frase que lo inició todo
que nació de la unión de nuestras mentes,
que atraviesa pasado, presente y futuro
y esa frase es:
“Nos amaremos eternamente”.
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Dedicado a Jennifer Pérez
5-julio-1976 – 21 septiembre 1995
Mi amada princesa,
mi primer, único y eterno amor
mi inspiración y motivo para escribir
ella me cuida desde la eternidad
donde algún día
volveremos a encontrarnos
y será para amarnos por siempre