“Corre”, siempre me decía mi papa, me decía que esto me ayudaría con mi salud, mi madre me lo decía, pero solo para que yo lograra conservar mi figura, realizaba sus sugerencias, pero no con tanta motivación, ya que ¿de que me serviría corre? si por el momento no lo necesitaba.
Un día, saliendo de casa de una amiga, para dirigirme a mi casa. Sabia que tenia dos opciones de ruta hasta llegar a mi destino, me dirigía hacia una de esas opciones, pero poco a poco logre divisar un hombre en el camino, un hombre en moto, con su casco puesto, no lograba ver sus ojos pero sabia que el me estaba vigilando. Después de un tiempo caminando logro ver que el me sigue, de un momento a otro empezó a dirigirse hacia mi posición, de una manera agresiva y sospechosa, mi ruta hacia mi destino estaba complemente oscura, en ese momento recordé las sabias palabras de mi padre, “Corre”, y lo hice.
Siempre es bueno recordar la importancia de correr.
