Vosotras dos, entre el inmenso llano
do la grama y el pinar de la vida
con la amplia brisa abierta
de par en par
obsequiando al cabello…
a mí me hacéis palpitar.
Hay un sentido verde malva
donde a vuestro caminar
se siente la mojada tierra,
derretida su escarcha;
hay un viento entre el mar
enquistado entre corazones
que os mira,
quiere, anima.
Nada reprenderá mi corazón
en tanto que el trote vaya al compás;
vosotras dos, sí, vosotras,
que me hacéis palpitar.
Estimado Santiago,
¡Muchas gracias por compartir con nosotros este poema! Me ha parecido especialmente interesante esta relación que estableces entre los sentimientos expresados por la voz poética y la naturaleza de la segunda estrofa. Un poema con un lenguaje también arcaico pero que transmite sensaciones muy actuales.
Muchas gracias,
EsPoesía