Oh, lágrimas desgarradoras Llantos de sangre, Se expanden en mi interior, De una forma voraz.
La niña de mis ojos Se ha ido, sí, se ha ido… Se derrumba esta poesía, Se ha ido, entonces todo lo he perdido
Qué me pasa, oh, qué me pasa, Mi entorno es frialdad, Y las luces están apagadas, ¿Por qué no suena mi alarma?
Juro estar soñando, lucho en encontrarte ¿Mi niña, ¿dónde puedes estar? Mi vista es borrosa, Se me dificulta el respirar
Oh, bella niña, ¿por qué te has ido? Mi único deber impuesto es haberte querido, Amarré mi intenso amor en tu ser, ¿Cómo logro escapar de esta atadura?
Mi alma intranquila, Necesitando el espíritu que le daba vida, ¿A dónde se fue la alegría? ¿Por qué tormentos de mí se reían?
¿A dónde te fuiste, mi niña? Niña de mis ojos, te guardo mi amor eterno, Por si algún día decides volver, Nuestro abrazo adornará el universo
Te has ido, oh, te has ido, Las voces en mi cabeza, Retumban mis sentidos, Oh, niña mía, deseo estar contigo
Conservo tus obsequios y extraño tu aroma, Me arropo en nuestros recuerdos, No sabes la ternura que me ocasiona, Deseo dormir eternamente y soñar con tu persona
Oh, niña de mis ojos, te escribo esta pieza, Exclamando tu amor, te pido, regresa, Extraño aspirar tu aroma de fresa, Este poema expresa amor y mi profesa.