Me duele la distancia
que me impide abrazarte
en cada instante.Â
Por ello, por eso, por todo,
te extraño en cada latido,Â
en cada segundo que el viento arrulla y en el tiempo se para.Â
Es una verdad extraña
donde te alejas,Â
y el silencio es cada vez mĂ¡s atroz
Y te extraño tanto que mi corazĂ³n palpita y llora de amor.
¡La vida duele!
—Ausente mortaja que brilla—
La luna cobriza busca tu mirada para alumbrar las estrellas,Â
en ese abismo donde la lluvia acaricia el petricor,Â
y anida el amor errĂ¡tico en mis horas yermas.Â
©Nuria de EspinosaÂ