Ya me cansé de callar, de frente y sin dudar te confieso que son para ti cada uno de mis versos.
Te confieso que en ti pienso desde la primera vez que nuestras miradas se juntaron en un atardecer casi al finalizar el verano.
Hoy te confieso que noche a noche en cada uno de mis sueños estás preso sin opción a escapar.
Aquí y ahora te confieso que al tomar tu mano, el mundo entero se paraliza, solo existimos tu y yo en el universo.
Eres tú el huésped de honor de mi corazón, el motivo de mi sonrisa, aunque el día se torne gris, te lo confieso.