El mundo detuvo su marcha cuando te vi sonreír por vez primera, mi corazón a mil por hora empezó a latir.
Tu nombre pronuncié por vez primera y de pronto descubrí que de lo más profundo de tu alma era ya prisionera.
Por vez primera te vi pasar por aquel andén, quise fingir indiferencia por temor al desden mas tu mirada y la mía se cruzaron sin querer.
Nuestras manos por vez primera se entrelazaron en el umbral de un otoño, desde entonces jamás se han soltado.
Ha pasado el tiempo, nada ha cambiado, ni lo que siento por ti desde que nos encontramos por vez primera.