Entre las doce y las tres

Tuve un sueño entre las doce y las tres, al despertar, confirmé que por siempre de mi corazón serías el legítimo dueño.

De casualidad en aquella calle nos encontramos, me contaste que al cerrar los ojos la noche anterior, te visité entre las doce y las tres.

Entre las doce y las tres en una sola se fundieron nuestras almas, tu mirada y la mía se hundieron en una sublime profundidad.

Desde la ventana, la luna atónita y en silencio fue testigo de lo ocurrido aquella vez entre las doce y las tres.

Sabes que aquí siempre estaré, sosteniendo tu mano, sin dudar, fiel e incondicional entre las doce y las tres.

Total Page Visits: 445 - Today Page Visits: 1
Deja una respuesta

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies