Te he visto pasar más de una vez, mas el destino no ha permitido que cruce palabra contigo.
He deseado acercarme a ti, caminar hacia el otro lado del puente y contarte lo que siento por ti.
Todo este tiempo los días grises sin consuelo has llorado del otro lado del puente ¡Ven que te ofrezco mis brazos!
Quiero vencer la timidez y atreverme a romper la barrera de lo imposible y hundirme al fin en la profundidad de tu alma.
Del otro lado del puente un día nuestras vidas se unirán para no separarse más.