La primera vez que te vi, el planeta entero cambió su rumbo, todo dejó de ser gris para llenarse de color al fin.
Casi en otoño, te colaste de pronto en lo más profundo de mis pensamientos y tocaste tiernamente cada fibra de mi alma.
En el noveno mes del año, casi en otoño, pude sentir por primera vez cada latido de tu corazón, el que me ha robado el sentido y la razón.
Casi en otoño, la luz de tu mirada me regaló una nueva esperanza que tiempo atrás creía sepultada.
No pude resistir el encanto de tu dulce sonrisa, ni la melodía de tu voz, que un día llegaron a mi vida, casi en otoño.