El destino y la casualidad se confabularon para que nuestras vidas se juntaran, mas una y otra vez evadía el encuentro
Una noche entre sueños, me pedías una oportunidad, que querías encontrarte conmigo al pie de la escalera, de nuevo me negué.
No podía escapar de la realidad que estaba a punto de llegar, al pie de la escalera me esperarías sin fallar.
Al fin me decidí, poco a poco, cada peldaño descendí, mi corazón latía sin control mientras me acercaba a ti.
En la novena hoja del calendario, en un lluvioso atardecer, al pie de la escalera nos fundimos en un eterno abrazo.