SOBRE EL COVID Y LA MUERTE…
He practicado mi muerte esta tarde
he enterrado mis pies bajo la fría sabana
en la que descansa mi cansancio.
He comenzado a sentir como se desprenden de mí
estas ideas que a nadie le han de servir para nada,
estas ideas que agotan mis latidos.
He descubierto en ti ¡oh COVID! el licor maduro de la vida,
el verdadero vino que a nadie cansa ni causa agruras,
el abrazo eterno, el otro, el otro.
Dicen que no has de ser otra cosa más que maldad,
sufrimiento, agonía del que estando vivo te mira
y sin embargo yo que a llanto y odio he vivido te miro bello, perpetuo.
No eres para mi llanto, el llanto no es otra cosa más que la sasón
del que se tira al desencanto.
Ven ahora, tomame de la mano, seamos amigos,
contemonos todo, no quiero que vuelvas a ser una historia de espanto.
¡Oh muerte! brazo del manco, pierna del paralítico, lucides del loco,
asfixia de los besos, osa afligida del llanto, mi corazón es tuyo.