A nadie le he contado
lo que hay entre nosotros dos,
jamás ni en sueños
te ha llamado mi voz.
Pero un amigo me dijo
que siempre ante tu presencia,
se escucha un palpitar
que no se escucha en tu ausencia.
Este cariño oculto
en tus pupilas se puede leer,
cuando mis ojos te miran
y a las estrellas se quieren parecer.
Este pequeño secreto
está escondido como una ilusión,
esperando que llegue el día
en que podamos liberar la emoción.
Tanto cariño oculto
parece que lo grita mi boca,
la que el calor de tus besos
ha tornado más roja.
No puedo dejar de besarte
y si lo hiciera podría morir,
porque vivo al tocar tus labios
sintiendo tantas cosas como se puedan sentir.
Mientras hay luz en el día
tímidamente nos tratamos de acercar,
pero al llegar la noche
no nos dejamos de abrazar.
Ya todo ha quedado a oscuras
y nuestro sueño comienza a renacer,
ya nada nos detiene
y el romance no se puede contener.
En la noche somos los dueños
de una incomparable pasión,
que se apacigua en el día
y de noche es un volcán en erupción.
