Sentado frente al mar, apreciando un bello atardecer, con hermosas gaviotas volando sobre la superficie del mar, e iluminando el oleaje, sintiendo una paz increíble en mi interior, podría compararse con el amor ideal. Esas sensaciones de paz, armonía y tranquilidad, es lo que soñamos, y deseamos lograr. Un lugar perfecto, un sentir perfecto…así es el amor.
Pero el amor, no es solo eso, el mismo lugar y posiblemente en el mismo momento, puede convertirse en una increíble tormenta, que provoca buscar un refugio ante inmensas olas que pueden golpearnos tan fuerte que inestabilizan el bienestar que sentimos. Eso también es amor, es tener la fuerza para refugiarnos y saber esperar, a que llegue la calma y vuelva a ser el mismo lugar que tanto disfrutamos.
El amor, también es sentir la brisa de una suave lluvia, que golpea agradablemente nuestro rostro, que refresca nuestro sentido y que motiva a la libertad, a la frescura y la confianza de estar en el lugar correcto.
El amor, es como la mañana fría, que te hace buscar abrigo, cubrir tus pies, abrigar tus manos y enfrentar el clima con motivación, consientes que, en otro momento ese mismo lugar se convertirá en un lugar cálido, envolvente y seguro que nos da, tranquilidad y serenidad.
El amor, es reír, es llorar, es pensar, es trabajar, es correr, es proteger y es cuidar. Es integrarse a si mismo con otra persona, que piensa igual, cree en lo mismo, sabe comprender, escuchar y razonar de la misma forma.
El amor es sentir agua fresca, es digerir proteína para el alma, es ver más allá de las nubes grises, es pensar como lo hace el ruiseñor cuando canta, como lo hace el gorila cuando protege, como lo hace el águila cuando vuela.
El amor es actuar por instinto, es dejarse llevar con ojos cerrados por un camino seguro, es pelear incansablemente por no destruir lo construido, es sembrar, es cuidar, es proteger.
¿Pero cuando muere el amor? El amor no muere, lo matamos. Somos asesinos del amor, cuando perdemos la visión del futuro, cuando dejamos que el miedo nos atrape, cuando dejamos de confiar, cuando damos lugar al engaño, cuando golpeamos la confianza, cuando actuamos con rebeldía.
La indiferencia, la simplicidad, la rutina, el egocentrismo, la inmadurez, el orgullo y la falta de control son los que fusilan al amor, los que pausadamente lo golpean y consecuentemente lo asesinan.
El amor esta en peligro de extinción. El amor esta pidiendo a gritos que no lo maten, el amor quiere salvarse.
Demos vida al amor, demos vida a la sensación especial de sentirse amado, hagamos inmortal al amor…