desde los bellos de mi piel
hasta la médula de mis huesos.
Siente cĂ³mo cada uno de mis mĂºsculos
se mueve hacia tu cuerpo.
Mi piel y tu piel se funden
en cada uno de nuestros encuentros,
al igual que nuestros labios
cuando nos damos un beso.
Cuando estamos juntos
el tiempo no se detiene…
Todo circula dentro
y fuera de nuestros cuerpos.
Sin embargo esos instantes parecen eternos…
Mi memoria registra cada parte que te veo;
tu voz, tu olor, tu sonrisa, tu mirada…
El sabor y el calor de tu piel,
de tu boca y de tu sexo.
Estamos desnudos,
sin nada que se interponga
entre nuestros cuerpos.
Somos tĂº y yo solos,
tĂº y yo y el tiempo que pasa,
se detiene y nos mira,
y nos deja congelados,
como en una fotografĂa
donde no hay movimiento,
y por ello pareciera que este instante
que estamos juntos fuera eterno…
Enhorabuena Raul,
Muchas gracias por compartir con nosotros un poema tan sentimental. Me ha gustado mucho el dinamismo y la sencillez de tus palabras para tratar un tema tan complejo. ¡Enhorabuena! Esperamos leer mĂ¡s textos tuyos.
Un saludo,
EsPoesĂa