Paz.

La paz que tú me das detiene mi volcán, detiene todo ese fuego, todas esas llamas.
La paz que tú me das me pinta una sonrisa en toda la cara, con una pintura que no se quita con agua.
La paz que tú me das es la que siente el perro con su dueño, el ave en pleno vuelo.
La paz que tú me das no la encuentro allá afuera, no la encuentro en cualquiera.
La paz que tú me das, ese sentimiento muy en mi interior, me hace por un momento disfrutar mi alrededor.
La paz que tú me das me hace ver en cada dolor un pequeño pedazo de amor.
La paz que tú me das al aceptarme, al no juzgarme, al escucharme…
La paz que tú me das me hace flotar sobre el mar en lugar de hundirme.
La paz que tú me das…no sé qué más decirte.
Si tan solo me pudieran escuchar, si tan solo alguien me quisiera escuchar, alguien que no lo dijera por hablar.
Te agradezco por la paz cuando me quieres escuchar.
Te agradezco por la paz que tú me das.