Le he contado al viento, a las estrellas y al alba lo que que siento por ti, mas no tengo el valor de confesártelo frente a frente.
Aún recuerdo cuando en el ocaso del verano, me robaste inesperadamente la razón.
Desde el umbral del despertar, estás presente, eres el dueño del primer pensamiento del día, aunque todo sea gris, tu tierna sonrisa cada hora ilumina.
Vuela mi imaginación hasta donde estás, desde el umbral, puedo sentir que me correspondes sin dudar.
Ha caído la noche, está por llegar un día nuevo, ansiosa te espero desde el umbral de mis sueños.