Y creo que no puedo certificar que soy quien soy porque no me siento, porque al mirarme a mí mismo no me puedo ver como soy sino como quiero… Y no sé cómo soy.
Al fin y al cabo, que importa saber quién eres, si los demás te moldean, si los científicos te clasifican, si los poetas te critican… Si tú mismo te subestimas.
Qué importa de qué material es nuestro cuerpo si al final acabas tirado en la basura junto con las medicinas que tiró tu papá, y la cerveza que escondió tu hijo.
Sigo sintiéndome un gas cuando hago el amor y floto.
Sigo sintiéndome un líquido cuando las personas me manipulan y me dejo llevar.
Sigo sintiéndome un sólido cuando se meten con mi filosofía y no dejo que me muevan.
Sigo, pero no sé hacia dónde, no sé si me derrita, si me evapore, si me fusione, si me congele. No sé, y el no saber me da rabia, me causa miedo, y termino creyendo que una gran parte de mí está hecha de miedo.