¿Qué será de mi al encontrarme con la noche si todo el día estuve dormido?
No hay testigos de lo que la luna canta o de lo que hacen las estrellas y aun así existen comentarios, y se crean especulaciones entre las mentes profundas.
¿A qué estación llegaré si existen tantos dioses?
¿Por qué lo que yo quiero no está escrito en ninguna doctrina?
¿En qué nivel estoy? ¿En cuál templo?
¿Y qué si cómo carne de cerdo?
¿Y qué si me amé a mi sobre todas las cosas?
¿Y qué si mi mente no está totalmente clarificada?
¿Cuál será el destinatario sí yo soy la carta?
No sé si prefiera la duda a la incertidumbre, si es mejor saber o mejor esperar con sorpresa. Como si ese fuera el sentido de la vida. ¿De qué color será el cielo y qué sabor tendrá la muerte?