Qué dudas las de un hombre cuando agoniza, que siempre atemorizan a los de alado.
Tan curioso como el trabajo de las hormigas, como panales de abejas y como ríos, como lagos.
Y yo, que soy tan noble como el perro
Que soy tan pura como el agua
Tan inmenso como el mar, tan normal como las playas
Yo que me dedico a lo más lindo y aun así no tengo lo que quiero
– ¡Pero tú matas!
No, no soy una asesina, soy natural. Soy igual que el mar o los ríos; soy inhumana, soy parvada, soy jauría, soy manada… Pero nunca seré tu igual.