Noche a noche en mis sueños estás presente, no faltas a ninguna de nuestras citas.
No es necesario dejar la luz encendida ni puertas o ventanas abiertas porque llegaste para quedarte en mi corazón y en cada uno de mis sueños.
Puedo confesarte en mis sueños lo que en realidad siento por ti porque no me atrevería a hacerlo frente a frente.
En la profundidad de mis sueños, existe una indescriptible complicidad que solo tú y yo conocemos.
Quisiera pausar una y otra vez los 600 minutos de distancia entre mis sueños y el despertar para que nuestras almas no se vuelvan a separar.